jueves, 27 de mayo de 2010

NOS VAMOS, Y AHORA LEJOS DE VERDAD




Después de hacer-deshacer las maletas una y otra vez, sin dormir más de tres días en el mismo sitio, de deambular de Norte a Sur y de Sur a Norte, por fin, ya tenemos un destino en las lejanas tierras de oriente. Pero seguiremos cargando nuestras maletas durante un tiempo todavía: el que tardaremos, primero hasta llegar a Berlín, de allí cruzar Polonia, Bielorrusia, hasta Moscú, que ya no estará tan helado. En Moscú coger el Transiberiano, que ya no se llama así, sino el tren Rossiya, hasta Vladivostok, o hasta Beijing, que todavía no nos hemos decidido; tenemos tiempo. Y luego a partir de allí, ir bajando hasta Camboya. Un mes y una semana, según lo calculado, esperando aclimatarnos antes que lleguen los monzones. Eso sí, de allí ya no me pienso mover en una buena temporada; aunque no sé cómo me voy a aguantar una vez que lleguemos; tantas cosas por ver... un mundo nuevo por conocer. Y tendremos tiempo de conocerlo, porque yo ya no tengo ninguna intención de volver aquí. Aquí ya no me iba a quedar nada... no hay razón para volver. El que me quiera ver que me visite, que allí le estaremos esperando con los brazos abiertos y las piernas selladas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Si antes importaba poco ahora importa mucho menos




VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

CESARE PAVESE

viernes, 7 de mayo de 2010

ME ACUERDO


¿Cómo se me iba a olvidar? Me acuerdo que me contaste que esa fue la primera mirada cruzada. Me acuerdo de quedarme dormida un rato y al despertar tú estabas dibujando esto. Fue una noche mágica, en muchos sentidos. Pero eso no te lo voy a contar a ti, que eso ya lo sabes.